¿Qué es esto?


La vida es un cambio constante, solo queda adaptarte.



viernes, 23 de agosto de 2013

Las Lagartijas

Tengo algunos "posts" pendientes de publicación, pero hoy no se porqué me acordé de un genial cuenta cuentos y decidí investigar qué había sido de su vida y escribir algo acerca de sus cuentos.

En estos tiempos en los que el Perú, como muchos otros países del mundo, se encuentra sumido en el caos y el desorden, es muy difícil encontrar personas colaboradoras, honestas y que ayuden de manera desinteresada a las diferentes causas sociales que se pueden presentar.
Lima, se ha convertido en una jungla, donde cada quien pelea por sus propios fines sin pensar en el resto y el impacto que sus acciones pueden causar en los otros, en el medio ambiente y por ende, en su propia vida. No nos damos cuenta que somos parte del todo, de la naturaleza, de la sociedad y que vivimos en un mismo sitio y por ende, tendríamos que ser solidarios porque de una u otra manera, las consecuencias de las decisiones que tomamos, malas o buenas, regresan a nosotros.

Nos quejamos del caos vehicular, pero si está en nuestras manos cumplir con las normas, no lo hacemos. ¿Por qué?, Porque nadie lo hace, ¿Por qué sería yo la única tonta que lo haga?. No me interesa, que se joda el resto. Como todos pensamos así, el caos continúa. No nos damos cuenta que nosotros mismos generamos el caos del que tanto nos quejamos. Siempre he pensado que el cambio empieza en uno mismo y no hay por que estar viendo que hace el resto para recién optar por hacer las cosas bien. Haz las cosas bien y ya.
Piensa que si tú empiezas con el cambio, tu actitud se puede contagiar a otros, y así seríamos muchos más los que hacemos las cosas bien. 

Nos quejamos de la corrupción, pero casi el 80% de la población tolera la corrupción. Entonces, ¿Por qué nos quejamos de las entidades o personas corruptas si nosotros mismos avalamos estas conductas y no las denunciamos?. Ay si, ay si, "policia coimero", pero bien que le damos su "propina" para que no nos ponga la multa. No seamos más cómplices.

Nunca dejaré de pensar que el Perú es el país del revés. Quiero que deje de serlo.

Y así, la lista de ejemplos puede ser infinita, desde el que toca el claxon innecesariamente para que el carro de adelante se mueva, sin importar que ese ruido fastidia a quienes nada tienen que ver en el asunto, alegando el clásico: "¿Y a mi que me importa?, que se jodan", hasta el que tira basura por la ventanas de los microbuses o en las veredas, alegando el también clásico: " Es que no hay tacho pe". Recuerdo que una vez, cuando era universitaria y viajaba en combi, vi a una señora que estaba comiendo unas galletas con su pequeña hija y cuando terminó, lanzó el envoltorio de las galletas por la ventana de la combi. Me dirigí a ella y le dije: ¿Por qué tira basura por la ventana?, a lo que me respondió de manera tosca: "No te metas, ese no es tu problema". Pues esa señora estaba equivocada, sí era mi problema. Tanto ella como yo vivimos en la misma ciudad y a ambas nos gusta tener una ciudad limpia. Algo de efecto hizo mi comentario porque luego sacó un paquete de maní y cuando lo terminó guardó la envoltura en la cartera.

Estos pensamientos siempre rondan por mi cabeza y justamente hoy, sin quererlo ni buscarlo, el recuerdo de François Vallaeys vino a mi mente y todos los maravillosos cuentos narrados por él, que una vez escuché. François, es filósofo y cuenta cuentos, muy comprometido con la responsabilidad social.

Las Lagartijas, es un cuento popular africano y forma parte de la compilación de audio cuentos:  "Hace tiempo que nunca".
Hacer toda esta introducción es algo tonto, porque el cuento se entiendo por sí solo y no necesita explicaciones, pero no podía dejar pasar este "recuerdo de hoy" para hablar de algo en lo que pienso todos los días.